viernes, 30 de agosto de 2013

Al atropello medioambiental de los vertidos de las obras de Mercadona en Camarma, podemos sumar el que están perpetrando en los Santos de la Humosa. Creen que trasladando el problema de sitio, éste desaparece.

MERCADONA Y LOS MOSQUITOS

Por J.Olalla.

Sabido por todos es que las golondrinas son aves migratorias, pero no tan conocidos son los detalles de su viaje.

Fundamentalmente desde el Reino Unido y desde los países nórdicos, atraviesan la península Ibérica con destino a África.  Por ser el Henares uno de los pocos ríos que transcurren de Norte a Sur (la mayoría va de Este a Oeste o viceversa) es  nuestro río utilizado como la mayor ruta migratoria interior para ésta y otras muchas aves.

Llegan a la mitad de camino exhaustas y pasan con nosotros del orden de 5 ó 6 días atiborrándose de mosquitos para continuar su viaje. No viajan todas juntas y su estancia total se alarga unas tres semanas. Semanas que coinciden con el periodo de eclosión de las larvas de los mosquitos.
Eligen un lugar en donde la comida y el sitio seguro para dormir coincidan. Evitan los desplazamientos para recuperarse cuanto antes y seguir su camino.

Durante años se hace un seguimiento de censos y anillamientos en su dormidero, llegándose a contabilizar  55.000 ejemplares en algunos días. Cada pajarillo devora entre 80 y 85 mosquitos diarios. El cálculo es sencillo: unos  5 millones de mosquitos son eliminados al día  por estas simpáticas avecillas.

No molestan ni perjudican a nadie. Se quedan antes de llegar a Alcalá de Henares y nos hacen un inmenso favor. Sin ellas, con ligero viento del Este, millones de mosquitos vienen a visitar nuestra ciudad. Podemos elegir entre ellas o los pesticidas a los que se adaptan los mosquitos antes que nosotros.
Ellas llevan años y años visitándonos y continuarán haciéndolo si no destruimos su dormidero.

Y eso es exactamente lo que se está haciendo ahora mismo, en estos días. La empresa que construye Mercadona en Meco, denunciada por verter residuos áridos en la Zepa de Camarma, ahora decide verterlos junto al dormidero de nuestras golondrinas.

Para ellos es mucho más cómodo y más  barato verter incontroladamente que hacer los vertidos en los lugares establecidos para ello. Por otra parte, quienes gobiernan en los municipios donde se están realizando los vertidos tienen al parecer  intereses distintos a la protección de nuestra salud y del medioambiente.

Nos queda el consuelo de que siempre podremos acudir a nuestro “supermercado de confianza” a comprar productos anti mosquitos.